Nace en Quinchamalí el 26 de agosto de 1965, desde que recuerda su vida ha estado vinculada a la greda. Sus primeros pasos en la alfarería son gracias al aprendizaje que tiene en primera instancia observando a su madre Inés Caro Caro y a su reconocida abuela Práxedes Caro de la que recuerda con cariño y admiración como levantaba caballitos, guitarreras y su especial india abierta, figuras que son parte del imaginario colectivo de la comunidad. La alfarería para Armando, a parte de ser un sustento para su hogar le otorga satisfacción, se siente bien "crear algo con las manos es especial y aprecio el valor que las personas le dan a mi trabajo, lo que me motiva a seguir trabajando". En un futuro sueña con poder transmitir sus saberes a quienes quieran aprenderlo y así continuar con esta tradición de muchos años. Destaca la calidad de sus piezas especializándose en la guitarrera de jarro, la cocina, y plancha.