Mónica Jacqueline Venegas Rojas
Alfarera cuya historia refleja cómo el patrimonio de la greda empapa a todos quienes tienen la oportunidad de conocerlo, profundamente. Aunque nació a más de 400 kilómetros de Quinchamalí, en la comuna de San Miguel en la Región Metropolitana, el 21 de abril de 1965, llegó hasta la zona conociendo muy pronto sobre este saber, cuando tenía alrededor de 20 años. Fue junto a la familia de su esposo, Héctor Cid, ligada por generaciones a la alfarería, con la que aprendió las distintas etapas de este arte patrimonial, que ha plasmado en piezas utilitarias como pebreros, pocillos, azafates, jarros y mates; y piezas ornamentales como chanchos y miniaturas, siendo la más representativa, la guitarrera. Reconociendo su trayectoria, obtuvo el Sello de Excelencia a la Artesanía el año 2017.
Trabajos