Artesana de Quinchamalí, cuya vida ha estado ligada a la alfarería, pues su familia se dedicaba a este arte en Portezuelo, donde nació el 25 de febrero de 1957. Especialmente, destaca en su trayectoria, la imagen de su tía Carmen Gacitúa, quien fue su referente para conocer y acercarse a la alfarería. Por ello, no fue extraño que al llegar a Quinchamalí, a los 9 años, aprendiera esta técnica artesanal siguiendo la sabia guía de las hermanas García: Ana, Silvia y Elsa. Siguiendo este camino de la greda, cuando cumplió 14 años decidió dedicarse a esta labor, en un trabajo paciente y esmerado, que la llevó a especializarse en reconocidas piezas ornamentales como las miniaturas de cántaros, chanchitos y teteras.