Cuatro años de investigación y numerosas jornadas de participación ciudadana, más de 600 páginas, listas de asistencia, genogramas, un plan de salvaguardia, un documental de diez minutos y las voces de artesanas y artesanos forman parte del expediente de postulación de la alfarería de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca a la Lista de Salvaguardia Urgente de Patrimonio Cultural Inmaterial de Unesco.
“El trabajo que hoy estamos sellando es una semilla de orgullo e identidad para las futuras generaciones. Es una promesa de memoria y valor por lo propio, donde vuelven a vivir las mujeres y hombres que antaño ejercieron la alfarería, las abuelas y madres que la transmitieron a los suyos, y las que hoy apuestan por impregnarle nueva vida”, dijo la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, quien firmó el expediente para enviarlo, vía valija diplomática, a la Secretaría para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco, en París, Francia.
El anuncio se realizó en una simbólica ceremonia realizada en el Centro de Eventos de Quinchamalí, antes de que Chillán entrara a fase de cuarentena. Las representantes de las alfareras y alfareros de Quinchamalí, Mónica Venegas, Edelmira Montti, Marcela Muñoz, Nayadet Nuñez, Rosa Caro, Eugenia Sepúlveda, y el representante de Santa Cruz de Cuca, el alfarero Luis Henríquez, se reunieron con el intendente Cristóbal Jardúa, la seremi María Soledad Castro y el alcalde Sergio Zarzar, respetando los aforos permitidos, mientras que la ministra Consuelo Valdés los acompañó telemáticamente desde el Palacio Pereira en Santiago.
“La historia de Quinchamalí es la de su tierra, la de las familias que la habitan, pero también es nuestra historia como chilenas y chilenos, la que hoy tenemos el deber de salvaguardar para quienes nos sucederán”, agregó la ministra, en el marco de la conmemoración del Día del Artesano y de la Artesana.
Para la alfarera Nayadet Nuñez, “lo bonito de esto es que en cada pieza podemos ver parte de la historia de nuestra localidad, y como no nombrar a la más reconocida de todas: nuestra guitarrera, que cada alfarera y alfarero va modelando con su propio diseño, manteniendo las características de base redonda, es a través de ella que en todo Chile nos pueden encontrar en las señaléticas como icono de la artesanía de un pueblo”.
Plan de Salvaguardia
El Plan de Salvaguardia que forma parte del expediente de postulación a Salvaguardia Urgente de la UNESCO, compromete al Estado de Chile con acciones, responsables y tiempos. Para poder cumplir con esos objetivos, el Intendente de Ñuble, Cristóbal Jardúa Campos, hace pocos días firmó la creación de una Mesa Intersectorial Regional que se preocupará de cumplir las metas propuestas.
“Muy contento que el trabajo de muchos años y de muchas personas comience a dar estos frutos. Nuestro compromiso como Gobierno ha sido siempre proteger nuestra tradición alfarera de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca, y sus alfareras y alfareros que hoy son embajadores de nuestra cultura más ancestral y también de nuestra historia. Esperamos el éxito en esta postulación a la Lista de Salvaguardia Urgente, al alero de la Unesco para poder hacer realidad iniciativas como la de protección de su propiedad intelectual, el acceso a tratamientos de salud para amortiguar enfermedades propias del oficio, incentivar también la publicación de libros y fomentar investigación, entre otras iniciativas que podremos desarrollar en conjunto”, precisó la máxima autoridad regional.
La mesa de trabajo estará formada por las alfareras, 16 servicios públicos, entre ellos el municipio local. “Para la Municipalidad de Chillán es un enorme orgullo el proceso que han desarrollado las alfareras de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca al impulsar su postulación a la lista de Salvaguardia Urgente del Patrimonio Inmaterial de la Unesco, porque esto refuerza el enorme compromiso que ellas tienen con su tradición que por siglos ha estado presente en el territorio. Como municipio hemos sido parte de este proceso desde el inicio, trabajando codo a codo con ellas y el Ministerio de las Culturas, porque sabemos que este proceso requiere del esfuerzo de todos y todas. Ahora nos queda esperar la respuesta de la Unesco, pero independiente de ello nuestra misión y objetivo será seguir desarrollando acciones que permitan resguardar y poner en valor los conocimientos y saberes de las alfareras”, señaló el alcalde de Chillán, Sergio Zarzar.
Salvaguardia Urgente
En 2017 la comunidad alfarera de Quinchamalí y Santa Cruz de Cuca solicitó ingresar a la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco; sin embargo, luego de dos años de procesos de investigación y participación ciudadana el diagnóstico fue distinto: los saberes de las artesanas están es riesgo de desaparecer. Ante esta realidad, la estrategia de puesta en valor cambió y la comunidad decidió ir a la Lista de Salvaguardia Urgente con el fin de asegurar que la tradicional alfarería de Ñuble se siga transmitiendo y practicando.
“Alfareros con mucho esfuerzo y a veces también afectando su salud, ya sea con problemas pulmonares, de artritis o de vista, han trabajado y sacado adelante a sus familias. Hoy en día esta tradición está en peligro de desaparecer por diversos factores: vemos como cada vez se nos hace más difícil acceder a nuestra materias primas, la privatización de terrenos, el ingreso de la industria no ha tomado consciencia de nuestro entorno y ha pasado a llevar costumbres ancestrales de nuestra zona y es así como los jóvenes, que han visto el sacrificio de sus familias, se ven desmotivados a continuar con esta tradición”, enfatiza la alfarera Nayadet Núñez.
De las 83 alfareras y alfareros catastrados durante la elaboración del expediente, cinco son hombres. Más de la mitad está por sobre los 60 años, es decir, sobre la edad de jubilación legal en nuestro país, hay muy pocos jóvenes que se dedican a la greda y la gran mayoría de artesanas y artesanos tienen enfermedades asociadas al desarrollo de su trabajo. En resumen existen amenazas sobre la tradición que derivan de tres principales factores de riesgo: demográfico, medio ambiental y del contexto social precarizado.
A pesar de ello, hay esperanza de un futuro mejor y postular a la UNESCO se presenta como un nuevo y gran paso para la salvaguardia de este patrimonio cultural inmaterial.